Las mujeres estamos acudiendo al llamado de nuestra Naturaleza Salvaje.

Ese llamado nos pide ir livianas,

 movidas por el Deseo y el Placer

Eso será más simple y posible si

liberamos nuestras memorias de dolor,

 abrazando a nuestras ancestral, por todo lo que pudieron ser y hacer.

Soltando sus mochilas, mandatos, abusos y vivencias que no merecían padecer.

Soltar para abrir senderos que a nuestros ojos son invisibles,

más se miran con el pulso del corazón. 

Nosotras somos las que podemos tomar

la antorcha de nuestro linaje y animarnos a avanzar.

Por ellas, que nos precedieron, por nosotras y para ellas: las nuevas generaciones que siguen nuestro huella